Pero… ¿cuál es la realidad cuando vives en un centro de protección? La incertidumbre ante cómo serán tus vacaciones, el miedo a quedarte en la residencia sin vacaciones y sentirte diferente al resto…
¡Así nacieron nuestros campamentos de verano!
A día de hoy Soñar Despierto cuenta con 4 grandes campamentos de verano para los más pequeños:
Campamento de Riaza
10 días en la sierra de Madrid disfrutando de una experiencia única y especial que combina aventura, aprendizaje y diversión en un entorno natural indescriptible. Más de 100 niños y 35 monitores son la combinación perfecta para hacer realidad los 10 mejores días del año.


Africamp
Uno de los campamentos más mágicos y especiales de Soñar Despierto. Un campamento que tiene detrás el cariño de toda una familia y un objetivo común: que los más pequeños disfruten y tengan las vacaciones que merecen en unas instalaciones increíbles: caballos, tipis, piscina… ¡el verano que nunca imaginaron!

Colonias de verano de Barcelona
Es el campamento de los más pequeños, sacado adelante gracias a muchos voluntarios (los más especiales, ya que muchos de ellos son chicos y chicas que vivieron en centros de pequeños) y a todo un equipo que consigue que cada año, más de 60 niños entre 2 y 8 años disfruten de unos días inolvidables en la montaña.

Campamento de verano de Valencia
Es el primer campamento que realizamos en esta ciudad y, sin duda, un lugar lleno de sueños e ilusión para los menores tutelados que viven en la Comunidad Valenciana. Paseos a caballo, gymkanas, tirolinas y un sin fin de actividades con un objetivo común: conseguir que los niños y niñas que viven en centros de acogida de Valencia, disfruten de unos días de descanso y diversión de la mano de sus voluntarios.

Estos campamentos salen adelante gracias a cientos de empresas y particulares que durante todo el año se suman a esta causa y contribuyen a que los campamentos sean una realidad y, por si fuese poco, a cientos de voluntarios que dedican parte de sus vacaciones a disfrutar junto a los más pequeños.
Sin duda, los recuerdos y habilidades adquiridos en estos campamentos influyen muy positivamente en sus vidas y les ayuda a crear lazos con otros niños que viven en su misma situación y, sobre todo, con todos esos voluntarios que se convierten en familia.